Siempre vuelve a amanecer

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viernes, 18 de mayo de 2012

DISCAMINO (44): la bici de Iago

           Hace unos días recibí una invitación de esas de Facebook de una persona llamada Inés a la que no conocía de nada. Normalmente no suelo aceptar ese tipo de mensajes hasta que no estoy seguro de que es de alguien conocido o vinculado a algún conocido. En esta ocasión iba a hacer lo mismo pero recordé haber leído hacía muy poco un correo de JavierDeCórdoba en el que me re-enviaba otro recibido por él. Decía así: 
Hola:
Hace dos días un amigo me envió el vídeo de Discamino de Youtube. ¡Felicidades! Yo no tengo fuerza suficiente para llevar a mi hijo por grandes cuestas, pero nosotros empezamos nuestro propio proyecto en junio del año pasado, con un triciclo tandem alemán. Mi hijo Iago tiene autismo y una discapacidad intelectual severa del 65%. Nos llama la atención el vuestro por lo mucho que se parecen:
 Veros en el vídeo subiendo la rampa del garaje me recuerda el esfuerzo que yo misma hago al subir a mi hijo. Y la sensación de volar por la carretera es genial. Mi hijo no pedalea, pero sí guarda el equilibrio y le encanta ir en su bici, se relaja muchísimo. Yo hago ejercicio y además se nos une mi otro hijo de 7 años con su propia bicicleta, lo que esto ha supuesto es otro mundo.          Inés.
          Como es de suponer, me faltó tiempo para entrar en el Blog de Iago y, al leer las primeras líneas y ver el nombre completo de Inés, me di cuenta de que se trataba de la misma persona. Cambié de pantalla y acepté su invitación. Pues bien, ayer por la tarde fuimos a conocerla. Da la casualidad, si es que las casualidades existen, de que Iago, su hermanito Diego y su mamá Inés viven en Porriño, la misma localidad en la que viven Ángel, Tania e Isabel. Quedamos en vernos todos en la explanada que hay al lado de la piscina para poder probar su triciclo. Nuestra intención era que Isabel llevara la Duet para que ellos también pudieran probarla pero otra familia la tenía reservada y no fue posible. Fuimos Gerardo y yo y nos cansamos de dar vueltas con su PFIFF de Ciclotek. Lo mismo hizo Ángel que utilizó de copilotos a todos los que estábamos allí. 
          Inés es encantadora y estuvo súper amable con nosotros. La única pena fue que Iago y Diego se habían ido de paseo con un familiar y no pudimos conocerlos pero pronto lo haremos.

El triciclo es genial. Al conducirse desde atrás el piloto controla en todo momento al copiloto, igual que pasa en el nuestro. A Gerardo le gustó un montón y creo que a Angel aún más.
           P.S. Adivinad lo que estuvo haciendo Gerardo mientras Ángel pedaleaba. ¡¡BINGO!!, ligar con Tania. ¡¡Qué listos sois!! Aunque tampoco era tan difícil, ¿no?

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